Comentario
Élie Halévy llevaba en parte razón: nacionalismo y socialismo fueron, al menos, las dos fuerzas colectivas que cambiaron el clima político de la Europa anterior a la I Guerra Mundial. Como se ha visto, el problema de las nacionalidades hizo inviable el parlamentarismo en Austria-Hungría y creó en aquella región las tensiones que acabarían por provocar la guerra mundial en 1914. El nacionalismo de la derecha erosionó la legitimidad de la III República en Francia y de la monarquía en Italia, y alimentó el revanchismo antialemán francés y el irredentismo antiaustríaco italiano. El nacionalismo irlandés alteró el bipartidismo británico; el alemán inspiró la política mundial que Alemania proclamó en la década de 1890 y que, como se verá, fue otro de los factores desencadenantes de la guerra de 1914. Como también ha quedado dicho, toda Europa conoció grandes huelgas y numerosas protestas laborales -sobre todo, en los años 1910-14-y el ascenso de los partidos socialistas y obreros: ya se vio que el Estado moderno se transformó radicalmente como consecuencia, al asumir, como respuesta al malestar laboral, amplias y crecientes responsabilidades en materia de legislación y servicios sociales.
La capacidad de adaptación de los distintos sistemas políticos europeos a la irrupción de las masas en la vida política -encarnada en el auge del nacionalismo y del socialismo- fue muy distinta. Resultó mejor allí donde, como en Gran Bretaña, existían instituciones (Monarquía, Parlamento, Gobierno local, sistema judicial, etcétera) sólidas, flexibles y enraizadas en la vida social, y donde, por razones históricas, el parlamentarismo liberal constituía la esencia misma de la cultura política del país. Fue peor, o imposible, en países como Rusia, de tradición autocrática y carentes de un sistema de libertades constitucionales, en los que la política parecía anclada en un "impasse" sin salida, oscilando entre el autoritarismo gubernamental y la violencia revolucionaria. Pero en todo caso, la política no pudo ignorar en ningún país los nuevos problemas.